Exercício daquilo que Foucault chamou um dia de disciplinamento. Disposição seriada dos lugares. 22 alunos. E eu naquela posição desconfortável de “mirante-mirado”. A mesa em diagonal ao quadro verde e, sentada com os apetrechos de mestra dispostos à minha direita, eu exerço meu (pré)(su)posto poder. Quarta-feira à noite. Os alunos sentados. Misto de curiosidade, cansaço e enfado. Tudo o que se mais quer é ir embora. Minha tarefa? Retê-los diante de mim, atentos. Prendê-los em um exame até o final do período. O exame individual. Perguntas. Individualização dos sujeitos e identificação, visando homogeneizar e “formalizar” o indivíduo dentro das relações de poder. Um inquérito. Visibilidade obrigatória, a fim de tentar capturar o que eles pensam sobre o tema. Ironicamente, é possível ouvir os gritos de Janis Joplin dizendo “try yeah, just a little bit harder” vindos do bar, no andar de baixo. Yeah, estamos todos tentando.
Olhando a cena em volta (e incluindo a mim mesma), entre os suspiros e olhares indiretos dos alunos, eu me constranjo um pouco. De estar ali, naquela posição. De reproduzir, assim, tão maquinalmente, aquilo que o filósofo um dia descreveu, que me causa(va) tanto desconforto e que tenho por meta não (re)produzir. Afinal, o formato das aulas do meu “eu-aluna” é tão diferente disso que já me esquecia da rigidez hierárquica em uma sala de aula de um curso jurídico. As performances. E parece que formar juristas prescinde de formas flexíveis, o que põe em xeque a (im)possibilidade de um outro “eu-professor” jurista e de uma outra forma de aula jurídica... Um espaço não tão seriado e quadrado, com ideias formatadas, senão mais aberto e circular, onde as ideias possam transitar, fluidas e em multidireções...
L*s activistas y grupos que firmamos este documento y formamos la Red Internacional por la Despatologización de las Identidades Trans denunciamos públicamente, una vez más, la psiquiatrización de nuestras identidades y las graves consecuencias del llamado “trastorno de identidad sexual o de género” (TIG). Del mismo modo, queremos hacer visible la violencia que se ejerce sobre las personas intersexuales mediante los procedimientos médicos vigentes.
Con “psiquiatrización” nombramos la práctica de definir y tratar la transexualidad bajo el estatuto de trastorno mental. Nos referimos, también, a la confusión de identidades y cuerpos no normativos (situados fuera del orden cultural dominante) con identidades y cuerpos patológicos. La psiquiatrización relega a las instituciones médico-psiquiátricas el control sobre las identidades de género. La práctica oficial de dichas instituciones, motivada por intereses estatales, religiosos, económicos y políticos, trabaja sobre los cuerpos de las personas amparando y reproduciendo el binomio de hombre y mujer, haciendo pasar esta postura excluyente por una realidad natural y “verdadera”. Dicho binomio, presupone la existencia única de dos cuerpos (hombre o mujer) y asocia un comportamiento específico a cada uno de ellos (masculino o femenino), a la par que tradicionalmente ha considerado la heterosexualidad como la única relación posible entre ellos. Hoy, denunciando este paradigma, que ha utilizado el argumento de la biología y la naturaleza como justificación del orden social vigente, evidenciamos sus efectos sociales para poner fin a sus pretensiones políticas.
Los cuerpos que no responden anatómicamente a la clasificación médica occidental vigente son catalogados bajo el epígrafe de intersexualidad, condición que, “per se”, es considerada patológica. La clasificación médica, por el contrario, continúa aún hoy en día sin ser interrogada. La transexualidad también es conceptualizada como una realidad en sí mismo problemática. La ideología de género que actúa la psiquiatría, por el contrario, continúa aún hoy sin ser cuestionada.
Legitimar las normas sociales que constriñen nuestras vivencias y sentires implica invisibilizar y patologizar el resto de opciones existentes, y marcar un único camino que no cuestione el dogma político sobre el que se fundamenta nuestra sociedad: la existencia, única y exclusiva, de solo dos formas de ser y sentir. Si invisibilizar supone intervenir a recién-nacidos intersex (aquell*s con genitales ambiguos funcionales) con violentos tratamientos normalizadores así se hará, si de lo que se trata es de borrar la posibilidad de estos cuerpos y vetar la existencia de las diferencias.
El paradigma en el que se inspiran los procedimientos actuales de atención a la transexualidad y la intersexualidad convierte a estos en procesos médicos de normalización binaria. De “normalización” ya que reducen la diversidad a sólo dos maneras de vivir y habitar el mundo: las consideradas estadística y políticamente “normales”. Y con nuestra crítica a estos procesos resistimos también a tener que adaptarnos a las definiciones psiquiátricas de hombre y mujer para poder vivir nuestras identidades, para que el valor de nuestras vidas sea reconocido sin la renuncia a la diversidad en la que nos constituimos. No acatamos ningún tipo de catalogación, ni etiqueta, ni definición impuesta por parte de la institución médica. Reclamamos nuestro derecho a autodenominarnos.
Actualmente la transexualidad se considera un “trastorno de identidad sexual”, patología mental clasificada en el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y en el DSM-IV-R (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Norte-americana). Estas clasificaciones son las que guían a los y las psiquiatras de todo el mundo a la hora de establecer sus diagnósticos. En ellas se comete un error poco casual: la confusión de los efectos de la transfobia con los de la transexualidad. Se invisibiliza la violencia social que se ejerce sobre quienes no se adecuan a las normas de género. De este modo, se ignora activamente que el problema no es la identidad de género, es la transfobia.
La revisión del DSM-IV-R es un proceso que comenzó hace ahora dos años, y tiene por fin determinar los cambios en la lista de enfermedades. En estos últimos meses se han hecho públicos los nombres de los psiquiatras que decidirán el futuro del trastorno de identidad sexual (TIG).
Al frente del grupo de trabajo sobre el TIG se encuentran el Dr.Zucker (director del grupo) y el Dr. Blanchard , entre otros. Estos psiquiatras, que son conocidos por utilizar terapias reparativas de reconducción a homosexuales y a transexuales y que están vinculados a clínicas que intervienen a intersexuales, proponen no solo no retirar el trastorno sino ampliar su tratamiento a l*s niñ*s que presenten comportamientos de género no-normativos y aplicarles terapias reparativas de adaptación al rol de origen. En este sentido, el movimiento trans norteamericano ha hecho un llamamiento solicitando su expulsión del grupo encargado de la revisión del DSM. La Red Internacional por la Despatologización de las Identidades Trans se une sin reservas a la citada denuncia.
La patologización de la transexualidad bajo el “trastorno de identidad sexual” es un gravísimo ejercicio de control y normalización. El tratamiento de este trastorno se lleva a cabo en diferentes centros de todo el mundo. En casos como el del Estado Español, es obligatorio el paso por una evaluación psiquiátrica en las Unidades de Identidad de Género que, en algunas ocasiones, va asociada a un control semanal de nuestra identidad de género a través de terapias de grupo y familiares y todo tipo de procesos denigrantes que vulneran nuestros derechos. En el caso del Estado español, hay que resaltar que cualquier persona que desee cambiar su nombre en la documentación o modificar su cuerpo con hormonas u operaciones debe pasar obligatoriamente por una consulta psiquiátrica.
Por último, nos dirigimos directamente a la clase política. Nuestra demanda es clara:
•Exigimos la retirada de la transexualidad de los manuales de enfermedades mentales (DSM-TR-IV y CIE-10). Paralización de los tratamientos a bebés intersex.
•Reivindicamos el derecho a cambiar nuestro nombre y sexo en los documentos oficiales sin tener que pasar por ninguna evaluación médica ni psicológica. Y añadimos que pensamos, firmemente. que el Estado no debería de tener ninguna competencia sobre nuestros nombres, nuestros cuerpos y nuestras identidades.
•Hacemos nuestras las palabras del movimiento feminista en la lucha por el derecho al aborto y el derecho al propio cuerpo: reivindicamos nuestro derecho a decidir libremente si queremos o no modificar nuestros cuerpos y poder llevar a cabo nuestra elección sin impedimentos burocráticos, políticos ni económicos, así como fuera de cualquier tipo de coerción médica. Queremos que los sistemas sanitarios se posicionen frente al trastorno de identidad sexual, reconociendo la transfobia actual que sostiene su clasificación, y replanteen su programa de atención sanitaria a la transexualidad haciendo de la evaluación psiquiátrica una paso innecesario y del acompañamiento psicoterapéutico una opción voluntaria. Exigimos también el cese de las operaciones a recién-nacid*s intersex.
•Denunciamos la extrema vulnerabilidad y las dificultades en el acceso al mercado laboral del colectivo trans. Exigimos que se garantice el acceso al mundo laboral y la puesta en marcha de políticas específicas para acabar con la marginación y la discriminación de nuestro colectivo. Exigimos, además, condiciones de salud y seguridad en el desarrollo del trabajo sexual y el fin del asedio policial a estas personas, así como del tráfico sexual.
•Esta situación de vulnerabilidad se acentúa en el caso de las personas trans inmigradas, que llegan a nuestro país huyendo de situaciones de extrema violencia. Exigimos la concesión inmediata de asilo político en estos casos a la vez que reivindicamos la plena equiparación de derechos de las personas migrantes. Denunciamos los efectos de la política de extranjería actual sobre los sectores socialmente más vulnerables.
•A la vez que gritamos que no somos víctimas sino seres activos y con capacidad de decisión sobre nuestra propia identidad, queremos recordar también todas las agresiones, asesinatos y también los suicidios de las personas trans a causa de la transfobia. Señalamos al sistema como culpable de estas violencias. EL SILENCIO ES COMPLICIDAD.
Finalizamos evidenciando la extrema rigidez con la que se impone el binomio hombre/mujer, como opción única y excluyente, binomio que es construido y puede ser cuestionado. Nuestra sola existencia demuestra la falsedad de estos polos opuestos y señala hacia una realidad plural y diversa. Diversidad que, hoy, dignificamos.
Cuando la medicina y el Estado nos definen como trastornad*s ponen en evidencia que nuestras identidades, nuestras vidas, trastornan su sistema. Por eso decimos que la enfermedad no está en nosotr*s sino en el binarismo de género.
Anunciamos que la Red Internacional por la Despatologización de las Identidades Trans surge para consolidar una coordinación mundial en torno a un primer objetivo: la descatalogación de la transexualidad del DSM-TR en el año 2012. Un primer paso por la diversidad, un primer golpe a la transfobia.
¡Por la diversidad de nuestros cuerpos y nuestras identidades!
uma noite sem dormir
apresentação de mais uma pesquisa aventureira, transitória e violenta
reflexões e visões em um horizonte distante, distante
almoço na Lanchera com uma grande parceira de viagens várias
dia de sol, ventinho ameno e Gotham de céu azul, azul...
quem disse que o paraíso e o inferno não são o mesmo lugar?
Imagen captada pelo telescopio Hubble da morte de uma estrela. Mais...
J.C.M.S., 32 anos na época do fato, foi interpelado pela Polícia Rodoviária Federal na BR-158, entre os Estados de Mato Grosso e Tocantins, por excesso de velocidade. Ao verificar os documentos do veículo, o patrulheiro constatou o IPVA exercícios 2013, 2014 e 2015 vencidos, motivo pelo qual o veículo fora recolhido. O condutor apresentava alterações na fala, confusão mental e agressividade, indicando uso de substância entorpecente ilícita, constatada no exame toxicológico de fls. 10 e identificada como sendo “globiscamina”, motivo pelo qual fora autuado em flagrante por excesso de velocidade e direção sob uso de substância entorpecente. Em revista efetuada no interior do veículo foram encontradas 18 caixas de referida substância, 34 ampolas cujo conteúdo não possuía identificação, 54 seringas descartáveis e uma bolsa térmica. O acusado alegou que referida substância era utilizada para uso pessoal, como analgésico, eis que possuía neurastenia crônica. Afirmou desconhecer estar acima do limite de velocidade, bem como possuir impostos do veículo não pagos.
Lavrado o flagrante, o inquérito policial foi encaminhado ao Ministério Público que procedeu com a denúncia. O juízo recebeu a denúncia por tráfico ilícito de entorpecentes. O acusado foi citado, interrogado e o processo transcorreu em normalidade. Nos autos constatou-se a materialidade dos fatos alegados, conforme exames juntados. Quando interrogado, o acusado confessou estar de posse de referida substância, alegando, no entanto, que era para uso próprio. Comprovada a autoria e materialidade, fora acolhida a acusação e condenado o denunciado. Na sentença, fica evidente a grande reprovabilidade da conduta, totalmente nociva ao meio social, bem como a personalidade violenta do acusado que reagira com resistência e agressividade à autoridade policial. Conduta social desabonadora, ao expor a saúde pública a perigo, face ao delito que praticou. A pena imposta foi de 8 anos e 5 dias de prisão em regime inicial fechado.
Iniciou o cumprimento da pena na Cadeia Pública da cidade de Valas/MT, em cela individual, dividida com outros 12 reclusos. Após 7 meses de cumprimento, o apenado passou a desenvolver atitude de isolamento e histeria, recusando alimentação e tendo crises recorrentes de choro. Avaliado pela junta médica e psiquiátrica, foi constatado quadro depressivo agudo, com relato de ilusões auditivas mais frequentes no período noturno. Recomendada a conversão da pena privativa de liberdade em medida de segurança, pelo prazo de 3 anos prorrogáveis, a ser cumprida em hospital psiquiátrico forense daquela cidade.
Encaminhado ao hospital de custódia, o internado relata no exame psiquiátrico dores no peito, fadiga, falta de ar e crises de pânico, desde que fora recolhido na Cadeia Pública. Alega que suas dores de cabeça agravaram-se e que lhe eram fornecidas 2 aspirinas por semana. Informa episódios noturnos com pesadelos e ilusões auditivas utilizados como justifica de suas duas tentativas de suicídio.
Quanto ao crime praticado, nega os fatos elaborando quadro paranóide. Afirma tratar-se de um antropólogo, que desenvolve uma mapeamento genético das comunidades indígenas do Parque Nacional do Xingu e que está sendo perseguido pelas autoridades locais. Diz que a substância encontrada consigo era o medicamento que utilizava para a neurastenia e que, mesmo em grande quantidade, era para consumo próprio. Afirma que as ampolas, seringas e bolsa térmica encontrados em seu poder era seu material de pesquisa, utilizados para a coleta de sangue de seus pesquisados. Fala com fluidez e desenvoltura e não demonstra arrependimento dos fatos praticados. Alterna uma postura vitimizada com um discurso rebelde e ameaçador. Relata que mudou-se para o Mato Grosso aos 15 anos para trabalhar, deixando sua mãe e irmão no interior de Quaraí/RS.
Quanto ao histórico de vida, há registros de que não conheceu o pai, que foi morto antes de seu nascimento. A mãe trabalhava em um bar na beira da BR-290 e foi presa duas vezes por desacato à autoridade. Perdeu o contato com os familiares a mais de 8 anos, não sabendo precisar onde encontrá-los. Não estabeleceu outros laços familiares, não casou ou possui filhos. Seu único relacionamento afetivo foi aos 24 anos e durou cerca de 9 meses, quando foi rompido sob suspeita de traição, causando-lhe sério trauma a separação. Desde então, passou a morar sozinho, em companhia de 6 gatos.
Através de personalidade rude, demonstra ser arredio e amargurado. Teve diversas tentativas de trabalho, com improdutividade profissional, em tarefas simples e tacanhas. Envolvia-se em brigas, discussões e passou a beber e frequentar bares em regiões de prostituição. A vivência de rejeição e ausência de vínculos afetivos o impulsionaram para a vida criminosa, não possuindo juízo crítico quanto aos atos que pratica. Recita poemas de Fernando Pessoa, canta tangos de Astor Piazolla, adora à Raul Seixas e assedia funcionárias. Investiu contra uma enfermeira, precisando ser medicado e isolado por duas semanas. Entretanto, nega os fatos afirmando que ambos mantêm um romance. Demonstra insensibilidade e frieza no trato com os demais internos, retórica estereotipada do que entende por amor e liberdade, discurso desafiador e visão instrumental e objetificante das demais pessoas. Personalidade manifestamente perigosa, de difícil recuperação, ainda não beneficiado com o tratamento penitenciário. Inapto para o convívio em sociedade.
Recomendo a administração diária de 33ml de globiscamina por via intravenosa, sedação e doses de 500mg de ácido acetilsalicílico, via oral, diárias. Sugiro a restrição de acesso do internado aos livros, jornais e ao rádio como forma de auxiliar no seu tratamento terapêutico, diminuindo, assim, a recorrência dos delírios.
Júlio César Teophilus Egologista CREgo 78.541
Valas/Mato Grosso, 6 de julho de 2048.
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Durante o mestrado, fiz duas cadeiras no pós da psicologia. Uma das experiências mais ricas do período, aliás. Além dos colegas serem pessoas incríveis, com os quais compartilhei bons debates e momentos únicos, as aulas eram muito afudê. Em um dos meus surtos, resolvi arriscar e escrever este texto. Estava preparada para levar umas críticas mais duras, óbvio, já que tava metendo a caneta na ferida deles, embora soubesse que não seria linchada por um grupo de psicólogos radicais e a professora não é nenhuma cognitivista-comportamental-behaviorista-or something. Para minha surpresa e honra, não só não fui criticada, como me foi pedida autorização para leitura e discussão do texto em aula. Boa lembrança que me vem hoje, quando o reencontrei entre minhas tralhas...
Uma vaca da exposição CowParade, chamada de Cowó(p)tica, desapareceu em Porto Alegre. De propriedade do artista Lucas Dalla Costa, Cowó(p)tica teria sido levada entre as 2h e 4h da madrugada desta sexta de onde estava, na Rua Coronel Genuíno esquina com a Rua José do Patrocínio. Conforme a assessoria do evento, o sumiço da vaca, feita em fibra de vidro e em tamanho natural, pode ter contado com a ajuda de mais de uma pessoa. E, até o momento, são desconhecidos os motivos e quem poderia ter tomado tal atitude, tida como inédita no mundo, nestas circunstâncias. Alguns poderão imaginar que, sendo esse apenas mais um reflexo de uma sociedade desestruturada, cuja corrosão dos valores sociais, morais, religiosos e éticos lhe impele aos caos e à barbárie, certamente, a vaca foi destruída por vândalos sádicos, vendida por uma ninharia para camelôs inescrupulosos ou trocada por pedras de crack. Outros poderão criar uma relação desse ato com uma noção histórica do “ser gaúcho”, o homem desconhecido e (também por isso) temido, que vagava pelos pagos, supostamente furtando gado e tocando terror nos estancieiros e nos peões detentores de “papeleta de conchavo”. E isso seria, tão só, uma manifestação identitária das tradições regionais. Nada mais. Há quem avente a possibilidade de esse ato ter um significado localmente identificável e compreensível, desde a teia de relações presentes nas interações citadinas. Assim, se a proposta inicial da instalação era gerar uma interação social com a arte que ela representa, essa conduta pode ser entendida como uma apropriação ressignificada desses sentidos pelos atores sociais locais. Uns indivíduos acreditarão que se trata de um ato de protesto vegan contra o sistema de produção e consumo de carne, se utilizando da violência da subtração da vaca como uma alegoria à subtração violenta das vidas dos animais criados para alimentar o mercado faminto por carne. Para alguém, pode ser um cara que, rindo aos borbotões e escutando “Cowboys from Hell” no MP4, a utilizou em um ritual satânico, de acordo com o que a voz na sua cabeça mandava. Não falta quem seja capaz de apostar que essa é uma estratégia de marketing que, utilizando-se da mídia para noticiar o suposto desaparecimento de uma das vacas, acaba por gerar maior publicidade ao evento. No entanto, apenas um grupo de pessoas dotadas de reputação ilibada e notório saber tem, de fato, certeza do que aconteceu. "Trata-se evidentemente de um crime", afirmam. Afinal, tem-se uma conduta típica, antijurídica e culpável perfeitamente identificável! Mas essa assertiva por si só não é suficiente para pacificar a questão entre os operadores desse código. Sobretudo quando o caso é dotado de certo ineditismo...
Entre eles, há quem afirme que trata-se de um furto “abigeato”, pois o objeto jurídico é uma vaca que, ainda que não seja semovente, é um animal dotado de cabeça, tronco e membros. Além disso, a conduta delituosa é qualificada pela subtração noturna da coisa, de maneira premeditada e com comunhão de vontades e conjunção de esforços. Outros defendem tratar-se de crime de dano na instalação que, retirada a coisa móvel do local onde se encontrava, foi inutilizada e/ou deteriorada na sua razão de ser. "Causado o prejuízo na proposta original da instalação, inasfastável, pois, a qualificadora", sabiamente complementam. Entre outros integrantes do grupo há, ainda, a discussão que garante que o crime em questão é apropriação de coisa achada pois, resta claro que lugar de vaca não é na esquina e ninguém a abandonaria aí. Na melhor das hipóteses, o dono teve a infelicidade de perder o referido animal quando passava no local e, partícipe desse infortúnio, o autor apropriou-se da res perdida e não a devolveu, mesmo sendo absolutamente possível a localização de seu proprietário, afinal, poucas são as pessoas que perdem vacas coloridas na cidade. Uns poucos defendiam que de fato o autor se apropriara da vaca encontrada na esquina mas, fiel cumpridor dos seus deveres, não a devolveu pois não soube como fazê-lo, já que a norma não especifica a qual autoridade competente deveria dirigir-se e tampouco transcorreu os 15 dias para que pudesse descobrir isso. Assim, afirmavam que, mesmo cometendo crime, minimamente, teria de ser absolvido.
No fundo, no fundo, EU não posso evitar um sorriso diante da sacada desse(s) cara(s) nesse ato de (sobre)transgressão... Quem souber ou imagina o que tenha acontecido com ela, me conta! O dono da vaca, inclusive, oferece uma recompensa para quem devolvê-la ou der pistas do seu paradeiro. E ao acabar de escrever esse texto, soube por uma fonte que uma segunda vaca teria sumido também. Dessa vez, a que estava na Dr. Timóteo... (será???)
I'm afraid of Americans I'm afraid of the world I'm afraid I can't help it I'm afraid I can't I'm afraid of Americans I'm afraid of the words I'm afraid I can't help it I'm afraid I can't I'm afraid of Americans
Atividade promovida pelo Grupo de Pesquisa em Ciências Criminais da UFRGS (coordenado pelo anticriminólogo) nos Seminários Abertos de Ciências Criminais: exibição do filme alemão "A experiência" (2001), seguido de debate. Conheço a versão estadunidense e alemã dessa história. E só quero ver o que esses dois debatedores aí vão falar sobre...
Eu tenho uma dor em mim que dói Uma dor de separação E dói muito E aperta o peito E eu choro Tá chegando um tempo de despedida Mas eu não quero Deus! Eu não quero Por quê tem de ser agora? Não precisava ser agora Não podia E eu choro Quando olho pra ti Quando te toco E quando tu não está aqui Ao reconhecer que assim será minha vida Sem ti Dói muito E eu choro Dói não poder evitar a partida Dói não conseguir fazer passar a dor Do sofrimento Da despedida Da ausência
Uma vaca da exposição 
